La abogacía en el gremio médico
- Lic. Javier Zúñiga
- 11 may 2018
- 6 Min. de lectura

En los últimos meses se ha puesto de manifiesto el descontento entre profesionales de la salud, los temas relacionados con la defensa legal para médicos y la práxis médica.
El más reciente caso fue el ocurrido en Oaxaca conocido como "Caso Edward", donde un menor de 3 años llamado Edward Luna Trujillo fallece por broncoaspiración tras haber sido intervenido por el Dr. Luis Alberto Pérez Mendez por una fractura de codo. Esto dio lugar a un enfrentamiento entre la sociedad y los médicos, donde los primeros demandaban justicia para el pequeño Edward y los segundos se defendían en contra de la discriminación y el desprestigio sobre el respeto a la vida de los pacientes.
DIFERENCIA ENTRE ABOGADOS Y LICENCIADOS EN DERECHO
En la jerga de los profesionales en derecho, se habla mucho de evitar que las palabras "Abogado" y "Licenciado en Derecho" sean sinónimos, alegando que los primeros tienen vocación de acudir al auxilio de sus representados interpretando las leyes y auditando los procedimientos que las hacen valer; los segundos son servidores públicos que se dedican a ser operadores del sistema administrativo judicial, ejerciendo a favor del Estado la defensa de los Bienes Jurídicos Tutelados y que están impedidos de ejercer por cuenta propia la abogacía particular. Dicha diferencia está bien justificada porque verdaderamente trabajar, ya sea por dentro o por fuera del sistema administrativo judicial, requiere especialización y destrezas que no son compatibles unas con otras, sin embargo, ambas se conjuntan en el punto de defender con argumentos legales la postura tanto de los intereses sociales como los particulares, por ello en las audiencias de tipo penal se establece una discusión acalorada entre las partes por defender sus pretensiones y buscar que se haga justicia.
Un licenciado en derecho puede ser abogado, todo abogado debe ser licenciado en derecho
Hasta hace poco esta diferencia era más clara, dado que a la víctima no se le resarcían los daños ocasionados por la comisión de un delito en materia penal, siendo que lo más que podía alcanzar era la privación de la libertad del imputado; ahora dicha diferencia se puede ir diluyendo toda vez que se ha dado mayor importancia a la figura de "Ministerio Público" como defensor de los Bienes Jurídicos Tutelados y de los intereses de las víctimas en cuanto hace a la cuantificación de la "Reparación del daño", con lo cual dicho funcionario público también procurará defender los intereses de la víctima.
Sobre los Abogados de Oficio, se consideran dentro del estatus de Abogado dado que como mencioné anteriormente, acuden al auxilio de sus representados, siendo esto un caso de excepción especial, dado que se encuentran integrados al sistema administrativo judicial.
DEFENSA LEGAL
Tanto para las partes (víctima e imputado) como para el Estado es importante que se haga justicia. La justicia se define como "dar a cada quien lo suyo" y a partir de dicha premisa, tratándose de asuntos médico-legales, se tomarán en cuenta muchas consideraciones para establecer una defensa legal adecuada que ajuste la pena con la acción desplegada por nuestro cliente. Dichas consideraciones pueden ser, por ejemplo: la de no considerar culpable al imputado hasta que no se le demuestre su culpabilidad y sea sentenciado por ella; o bien, que ante la duda razonable, es preferible dejar libre a un culpable que privar de la libertad a un inocente, o aquella que dice "todo a favor del reo", es decir que al imputado se le considere todo aquel beneficio que pueda resolver el caso a su favor.
Una cosa muy clara en relación con la defensa legal, es que no se trata de inventar mentiras o pruebas, sino que se trata de analizar primeramente los elementos objetivos y subjetivos del sujeto que pudieron dar pie a la comisión de un acto ilícito, asimismo se consideran elementos que permitan justificar dichas acciones en el sentido de determinar si la acción fue necesaria, urgente o premeditada y finalmente con dichos elementos y los hechos fácticos se busca determinar si la acción del imputado se ajusta al llamado "Tipo penal" que no es más que la redacción presupuesta de un acto ilícito tipificado por la ley.
Lo primordial para el abogado es determinar una linea de investigación consistente en pruebas periciales, documentales y testimoniales que lleven a la verdad de los hechos y permitan ajustar los marcos jurídicos en los puntos más favorables para llegar a una sentencia justa.
CONOCIMIENTO DE LA MEDICINA PARA EL ABOGADO
Como abogados especializados en la defensa del profesional médico, no requerimos de conocer todo el campo de la medicina, sino los estándares sobre los cuales el actuar medico debe poner especial atención. Los abogados no podemos diagnosticar una enfermedad, ni proponer un tratamiento para el paciente o realizar una operación, mucho menos podemos recetar medicamentos o conocer virus y bacterias que ocasionan determinado padecimiento en los pacientes, no confundamos. Nosotros tenemos conocimientos sobre los estándares que deben seguirse en los actos médicos, conocemos los elementos que deben establecerse en la documentación medico-legal que debe regir el acto médico y estudiamos los protocolos que permiten a los médicos llevar a cabo su trabajo de manera armónica con el paciente.
Lejos de lo que parezca, para nosotros como abogados encargados de la defensa legal para médicos, es de especial importancia que su trabajo se lleve a cabo bajo los mejores estándares posibles, para lo cual verificamos la libre voluntad del paciente para permitir que un médico lleve a cabo un tratamiento y asimismo protegemos los intereses del galeno cuando este debe rehusarse a llevar a un paciente.
Los abogados conocemos temas como:
Derecho médico
Medicina legal tanatológica, laboral, toxicológica, sexológica, infantil, psiquiátrica y criminalística
Deontología médica
Bioética
Patología médico-legal
AUTODEFENSA DEL MEDICO
Como profesional de la salud, existen muchos medios por los cuales puede contribuir a establecer una adecuada defensa legal sobre su actuar médico, sin embargo, esto no quiere decir que pueda defenderse solo.
Tan solo considerar que como profesional médico pretenda enfrentar un sistema administrativo judicial, es como pensar en hacerse una auto intervención quirúrgica. Primeramente debemos estar claros que los profesionales de la salud, requieren de un abogado para defender sus intereses, un tanto por que no podemos ser "todologos" y otro tanto porque debemos ser humildes y saber cuando necesitamos de un profesional en determinado campo.
Es claro que los profesionales en la salud, no ven con agrado que un abogado los represente pues ven con desdén los conocimientos que éste pudiera tener sobre la práxis médica y por ello en muchos casos, los médicos cursan la carrera de leyes pretendiendo con ello llevar casos de responsabilidad médica, dado que acreditan conocimientos en el campo médico y en el campo legal. Esto es natural, dado que los médicos consideran que alguien que no haya pisado un hospital y vivido las carencias que existen para ejercer su labor, no tiene derecho a criticarle o a juzgarlo por sus decisiones.
"La opción más viable para ambas carreras es asistirse unas de otras, es decir, que el médico sea perito en su materia y especialización y el abogado sea quien argumente, motive y fundamente el caso legal."
El error de estas situaciones radica en el conocimiento, la experiencia y la vocación. El conocimiento por un lado puede ser muy bueno en el campo médico y legal, pero naturalmente el profesional se acabará especializando en uno de los dos campos; si consideramos que para ser profesional en un campo del conocimiento debemos dedicar al menos 10mil horas de estudio, podemos concluir que quien es abogado especializado en representación legal para médicos, no es aquél que ha realizado un "X" número de cirugías, autopsias o se dedique al campo de la investigación científica; será aquel que pueda argumentar, motivar y fundamentar mejor el caso médico legal que haya que defender. La experiencia de ser abogado y exponer un caso ante los jueces en una sala judicial, es verdaderamente un reto, sobretodo en este nuevo sistema de justicia penal, tanto así que muchos abogados han sido sacados de la sala de juicios y reelevados de sus cargos por no saber exponer sus casos o no entender los procesos judiciales; es así que trabajar en un caso médico-legal requiere tal capacitación que indudablemente podremos observar que quien se dedique a esta carrera será cada vez más abogado y menos médico. Finalmente la vocación, entiéndase como que no es lo mismo atender a un paciente que atender a un cliente; por lo que el profesional médico, estudioso del derecho podrá darse cuenta que en la práctica deberá tener perfiles muy contrastántes al momento de atender a unos o defender a otros. La opción más viable para ambas carreras es asistirse unas de otras, es decir, que el médico sea perito en su materia y especialización y el abogado sea quien argumente, motive y fundamente el caso legal.
Finalmente lo importante al momento de contratar una representación es buscar al profesional especializado, por ello tanto médicos como abogados estudiamos constantemente para brindar el servicio que se espera de nosotros.
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